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3 malas prácticas que te podrían llevar a ser un desastroso spammer

Nadie quiere ser un spammer, pero desgraciadamente hay muchísimas acciones que te pueden convertir en uno (sin que te des cuenta, incluso).

¿Qué nos lleva a ser un spammer?

Según Karspersky, el promedio de SPAM que se genera en el tráfico de correo a nivel global, fue en el primer semestre del 2016 de más de 54% (mucho, muchísimo).

Y eso es sólo la punta del iceberg. Como ya mencionamos, son muchos (empresas y personas) los que no tienen ni idea de las razones que llevan a etiquetar sus correos de envío como SPAM.

Desde envíos excesivos, contenidos irrelevantes o mensajes no personalizados; todo esto es «caldo de cultivo» para ser catalogado como spammer.

A continuación te presentamos una selección hecha por Mittum, de 5 prácticas que te llevarán a ser un desastroso spammer:

Correo hecho a base de imágenes

Esto es algo de lo más común, incluso entre cuentas comerciales. Seguro, un envío hecho a base de imágenes puede darte muchas libertades de diseño y hacer un cuerpo de newsletter muy atractivo, pero si no hay texto de por medio el servicio del receptor puede considerarlo SPAM, puesto que no hay forma de identificar realmente el contenido del mensaje.

La fórmula es sencilla: algunos proveedores de email bloquean las imágenes, y esto hace que los emails creados sólo con imágenes sean considerados «vacíos».

La respuesta de cómo evitarlo es igual de sencilla: haz un balance. Evita el problema manteniendo una proporción de imágenes que estén entre el 30% y el 50% del contenido de todo el mensaje.

Las palabras que no debes mencionar

Como ya te mencionamos, los servicios de correo analizan el contenido recibido, y en base a eso determinan si el mail recibido es enviado o no a la carpeta de SPAM.

Existen una serie de palabras que justamente no debes utilizar. Algunas son por considerarse tendenciosos, amarillistas o engañosos, como «Gratis», «Urgente», «Viagra», «Sexo», «Sólo hoy» o «El más barato». Eso sólo es una pequeñísima porción de todas las palabras prohibidas.

Mal HTML

Este es otro de los grandes enemigos «silenciosos». La mayoría de las empresas poco profesionalizadas en el tema del email marketing, tienen a tener este tipo de de error.

El «mal HTML» es cuando el cuerpo del mensaje está «sucio», con mal formato o simplemente no está bien trabajado.

Por ejemplo, el copiar y pegar contenidos desde Word hace que el mensaje se pegue con una serie de códigos y etiquetas HTML que no ayudan en nada a la buena deliverabilidad del mensaje.

Esto se resuelve de dos formas: utilizando plataformas de correo profesionales o pidiendo asesoría a un experto en la materia. Así de drástico, pero sencillo.

 

Cuéntanos, ¿Has caído en alguno de estos errores para ser considerado spammer?

 

Imagen: ShutterStock