Seguro, quizás es mucho pedir, pero no es algo a lo que te debas de acostumbrar. Después de determinadas horas, la idea es que ya no tengas más interacción con los correos electrónicos de trabajo (ya sea que tú los generes, o que los recibas); esto en sí, en algunas partes del mundo es un derecho laboral, y se le conoce como el «derecho a la desconexión«.
El derecho a la desconexión, en alza
El derecho a la desconexión surge como una medida ante la creciente tendencia en donde los empleados se mantienen operativos todo el tiempo y a todas horas, aun después de salir de la oficina (peor aún si estos trabajan en modo home office); ya es normal (y enfermizo) recibir emails de trabajo incluso hasta altas horas de la noche.
Pudiéramos alegarle esto a la tecnología, pero hay que recordar que sólo es un medio. El problema no es la existencia del dispositivo móvil y su conexión permanente, sino la disposición de la gente a atenderlo sin discreción, incluso cuando esto pudiera significar sacrificar tiempo de calidad con la familia o los amigos.
En el caso de España, hoy por hoy se reconoce al derecho a la desconexión como válido, gracias a que en 2015 el Tribunal Supremo declaró en estatus de «abuso» a todas las cláusulas de contratos laborales que obliguen a empleados el dar su número móvil y correo electrónico personal.
En otros países, el movimiento del derecho a la desconexión apenas se está dando. Por ejemplo, en Francia apenas se hizo válida la implementación de una medida que se hará efectiva en empresas de más de 50 empleados, la cual hará que éstas definan con exactitud su horario de trabajo, sin poder generar correos o llamadas fuera del horario marcado.
No son pocas las grandes empresas que ya han hecho alguna implementación en torno a este tema; desde el bloqueo de móviles en base a horarios hasta la inhabilitación del sistema de correo después de determinado punto del día.
Pero, ¿Es tu caso también?
Quizás, por naturaleza puedas considerar el envío de un boletín, campaña o comunicado interno por vía email a las altas horas de la noche.
La realidad es que el derecho a la desconexión es algo serio. Se trata de una de las pocas líneas legales que pueden permitirte (a ti y a tus colaboradores) el mantener una línea de separación entre el horario profesional y personal, sin estar cada 5 minutos mirando la pantalla del móvil hasta altas horas de la noche con la disposición -o más bien, obligación- de tener que contestar un correo de ‘los mandos superiores’.
Por eso, te invitamos dos veces, en cualesquiera que sea tu posición, a hacer un envío fuera de horas de trabajo (a menos que sea una emergencia). Considera que la posibilidad de que una persona mantenga un ritmo normal y agradable de trabajo es lo que permitirá que acuda con regularidad y energía a trabajar.