Mittum

Inteligencia competitiva aplicada al email marketing

Sin duda alguna, el que posee la mayor cantidad de información suele ser el triunfador. Al menos así lo dictan muchos autores o libros (“El Arte de la Guerra” es uno de ellos), en donde en reiteradas ocasiones se nos relata que mientras más conocemos y medimos nuestras acciones, mayor es la cantidad de datos que podemos utilizar para aprender de ella -de aciertos y errores- y convertirlos en fortalezas hacia el futuro.

A grandes rasgos, generar inteligencia competitiva significa dotarnos de herramientas inteligentes que nos permitan tomar mejores decisiones, profundizando así en las actividades que una empresa puede tener en las áreas o funciones de “business intelligence” o “inteligencia de negocio”.

Para entender el principio de la inteligencia, debemos de comprender su naturaleza y cómo se origina. Todo parte del hecho de trabajar con datos, que muchas veces se encuentran aislados y que si no son interconectados entre sí, no nos sirven de mucho. Y esto lo puedes aplicar directamente en el email marketing.

Por ejemplo, imaginemos que enviamos una newsletter a una base de datos de 100 suscriptores. Habíamos estado enviandolas los jueves por la noche, pero teníamos un porcentaje de apertura del 15%, y en esta ocasión decidimos enviarla un lunes.

A grandes rasgos iremos “escalando” de la siguiente manera con lo que se vaya generando:

 

A grandes rasgos, éste sería un proceso de generar inteligencia competitiva, pues sí tú decides cambiar tus patrones de conducta y obtienes mejores resultados, es muy probable que ante la competencia (por ejemplo, newsletters de otra empresa o plataforma similar a la tuya) obtengas mejores resultados.

Es por eso tan importante que midas todos tus resultados y, en mayor o menor medida, cuentes con herramientas que automaticen la obtención de indicadores clave de rendimiento y de actividad para que puedas tomar decisiones correctas.

¿Qué dices? ¿Lo vas a intentar o vas a seguir sin medir como estás desempeñándote?