Por Alfredo M. Rivera, desde la redacción.- Normalmente, en Mittum encontrarás publicaciones sobre herramientas y prácticas de marketing o noticias sobre lo más actual referente a la industria.
Sin embargo, en esta ocasión me he permitido contarte un pequeño relato, de cómo los profesores y compañeros que tuve en mi máster en marketing digital me enseñaron mucho más que las tendencias del social media, retornos de inversión en campañas de email marketing o el prominente futuro del IoT (Internet of Things).
Llegué a la ciudad de Barcelona en el otoño de 2011, con mis maletas cargadas de muchas ilusiones. En México se argumenta mucho el que si vas a estudiar lejos lo hagas siempre en una «maestría» (es decir, con la curricular o estructura al modo mexicano) o en su caso, que sea un máster oficial.
En esta ocasión, mi máster en marketing digital era un “máster propio” de la institución a donde yo acudía a estudiar, INSA Barcelona; realmente había apostado por el conocimiento sobre los títulos y protocolos.
¿Máster en marketing digital? Se llama lección de vida
Más aficionado que profesional del marketing digital, comencé mis clases a finales de octubre. Mi clase estaba llena de gente de “hermanos latinoamericanos”, con gente de Colombia, Venezuela y Chile principalmente; también estaban algunos de otras partes de Europa (Serbia e italia), algunos españoles y, para no entrar en problemas con ellos por si leen esto, catalanes (por aquello del separatismo marcado). Con unos cuantos de ellos hice una gran amistad que conservo hasta hoy.
Los profesores del máster en marketing digital, por otro lado, eran una mezcla de personajes procedentes de la industria del marketing en España, ya sea muy enfocados en la tecnología, otros en el branding, y algunos más con una mezcla interesante entre ambas, aplicándolas a la resolución de problemáticas académicas o sociales, como lo era el caso del enigmático profesor Jordi.
Hasta entonces, había pensado que el marketing era una rama fría y cruda de las comunicaciones, incluso más lo que conlleva estudiar sobre el área del marketing digital.
Venía de una formación humanística, que si bien me había dado las bases de la industria, se enfocaba más en las relaciones y comunicación humana. Sin embargo, fueron varios de esos personajes de mi máster en marketing digital los que se encargaron de cambiar mi manera de pensar (para bien).
Lo aprendido en el viaje
Sería un tanto aburrido para ti como lector ver mi curricula completa de materias y clases en mi máster en marketing digital, y quizás ya sabes todo aquello que conlleva esta industria y sus distintas ramas. Lo importante aquí, es compartirte lo siguiente, inspirándome un poco en el Manifiesto de Tren de Claves en algunas líneas:
- No aprendí a gestionar una campaña en redes sociales, aprendí que los usuarios quieren contenido que puedan amar y compartir.
- No aprendí a diseñar una newsletter de email marketing con sus mejores elementos, aprendí que las conversaciones entre seres humanos deben sonar humanas.
- No aprendí a interpretar la big data y tablas de números, aprendí a unir mis pensamientos con los del lector para hacer conexiones únicas.
- No aprendí a hacer procesos de benchmark digital, aprendí a que alguien más vendrá y le dará mayor atención a los clientes de tu marca si tú no lo haces.
Aprendí en este máster en marketing digital, por último y entre otras tantas cosas, a hablar con una voz humana en medio de la tecnología, con el fin último de compartir las preocupaciones de una comunidad y no de sólo satisfacer necesidades banales. Todo esto gracias a mis compañeros y profesores.
Aprovecho para decirte que tomes esa decisión que siempre has querido tomar, a re-descubrirte como profesional y ser humano cada día. Si eres uno de esos locos marketers en el mundo, te quiero compartir que tenemos el poder de cambiar el futuro de la comunicación humana.
Con recuerdos nostálgicos de Barcelona, y hacía mis amigos en tierras lejanas, me despido. ¡Ten un excelente día!