Hoy más que nunca las empresas en crecimiento sufren de problemas de comunicación interna.
Con el surgimiento de nuevas tecnologías, medios y canales de comunicación, más el constante choque entre las generaciones X y Y (y muy de cerca, la Z) en los entornos laborales, es natural que se necesiten de mayores esfuerzos de marketing interno.
¿Para qué el marketing interno?
En el afán de comprender al marketing interno no hay que darse demasiados quebraderos de cabeza; entendámoslo como un esfuerzo de comunicación ante un público delimitado por los parámetros temporales, espaciales y legales de una empresa.
Hay que entender también que hoy en día, esos colaboradores pueden no estar todos en un mismo lugar físico, con más y más empresas entendiendo las virtudes del homeoffice o por simple naturaleza de sus actividades (como en el caso de una consultora, donde la fuerza laboral operativa puede estar dispersa en distintas partes de una nación o del mundo).
Por esas mismas razones, la solución está en los medios digitales, y de manera primaria en el correo electrónico.
El mailing, al rescate
Quizás, podríamos hablar de sistemas mucho más complejos y articulados, como redes sociales corporativas o plataformas de colaboración en la nube, pero muchas de las empresas necesitan atravesar la formación de una cultura de comunicación antes de enfrascarse en ese tipo de procesos, y por eso el email resulta como la primera opción «natural».
El marketing interno encuentra en el correo electrónico un escape a las necesidades primarias de información, identidad, imagen e integridad de los colaboradores, sin complicarles demasiado la existencia.
Reiteradamente, podemos decir que al momento de ejercer ‘comunicación masiva interna’, los encargados de la comunicación deben de voltear a ver al correo electrónico como el medio idóneo (dentro de lo básico) para ejercer toda una campaña de comunicación.
Dicho lo anterior, a continuación te compartimos 3 breves pero certeras maneras en las que el mailing se convierte en una opción sustentable para marketing interno:
- Es una opción en la que el mensaje llega «sí o sí». En las plantillas laborales orientadas hacia la operatividad en una computadora, es casi seguro que los colaboradores usen un correo electrónico y reciban tu newsletter o comunicado oficial. Por lo que puedes descartar que el colega ponga como excusa «no tener el sistema operativo para esa aplicación».
- Es literalmente, un esfuerzo barato. Si bien hace falta que la empresa disponga de servicios básicos (luz, Internet) o en determinados casos, de servicios de hospedaje y almacenamiento (cuando el correo no está almacenado o sustentado por servicios como Gmail o Zoho), el marketing interno se vuelve más costeable al requerir de más creatividad, redacción y esfuerzos de diseño, y menos de impresiones, pancartas, o cualesquier otro mecanismo impreso.
- Por último, y no menos importante, está el factor tiempo VS alcance. No es lo mismo basar los esfuerzos del marketing interno en reuniones y modelos impresos, que en el correo electrónico y el mailing. Simplemente, un mensaje de importancia puede alcanzar rápidamente a sus destinatarios en cuestión de segundos y minutos, lo que significa menos horas sin comunicación y mayor productividad.
Cuéntanos, ¿Qué otros beneficios ves en el mailing como estrategia para el marketing interno?
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