El “benchmark” o “benchmarking” es un término que acuña varias técnicas y tacticas que, a grandes rasgos, permiten analizar y asimilar información y prácticas de otros individuos u organismos para detectar sus áreas de fortaleza, para después buscarlas emular y convertirlas en propias.
En el mundo empresarial y especialmente en las áreas de mercadotecnia, esto no es algo nuevo, pues ya desde el boom de la industria publicitaria en Estados Unidos en los años sesenta las agencias se las ingeniaban con distintos métodos para analizar las mejores prácticas de la competencia, siempre con el fin de obtener mejores resultados ante la misma y mejorar constantemente su propuesta de valor.
Con la presencia del marketing digital en nuestras vidas, el flujo de información de las empresas y marcas generó en las prácticas de benchmark una brecha mucho más amplia y diversa de técnicas de mercadotecnia existentes y del rango de organizaciones que podían entrar en la competencia digital.
El proceso del benchmark
El benchmarking puede ser un ejercicio hecho “desde casa” o puede ser subcontratado a un tercero que te pueda proveer de información desde un punto de vista externo y neutro.
Indistintamente del método que elijas, existen dos preguntas que deben de guiar tu proceso para poder analizar a otros competidores con inteligencia y extraer lo mejor de ellos para convertirlos en tu fortaleza:
1.- ¿Que estoy haciendo o está haciendo mi compañía?: Busca medirlo desde una perspectiva cuantitativa.
2.- ¿Qué tan bien lo están haciendo mis competidores?: Busca medirlo desde una perspectiva cualitativa.
Es muy importante documentar cada parte del proceso que vas realizando (sobre todo te recomendamos utilizar sistemas en la nube que te permitan ir guardando y compartiendo tu avance en automático); es importante saber que no tienes que sobre esforzarte en anotar exactamente cada una de las actividades de tu competencia cada día a toda hora (por ejemplo en un análisis benchmark de prácticas social media de la competencia), simplemente hacer un bosquejo general para poder observar con mayor claridad hacia donde quieres dirigirte.
¿Contra quien debes de compararte?
Después de reconocer que necesitas analizar a otros para mejorar, el paso fundamental es decidir contra quienes vas a compararte. Con esto en mente, puedes encontrar 2 métodos distintos para hacer un benchmark de marketing inteligente:
Método 1: Compararse contra competidores directos
Se trata de las “obviedades” contra las que debes de compararte; busca a las empresas tanto más grandes como mas chicas que la tuya, así como las de tamaño similar, dentro de tu misma industria.
Dependiendo de su nivel de sofisitación, te puede tomar entre 30 minutos a una hora al día durante un tiempo determinado -o más- hacer todo este proceso, dependiendo qué aspecto de marketing vas a analizar de tus competidores directos.
Método 2: Compararse contra medios, asociaciones o publicaciones
Los medios, asociaciones o publicaciones son otra forma de hacer un buen benchmark para tu empresa, ya que suelen avanzar conforme al desarrollo de los mismos exponentes de la industria y poseen amplios contenidos que pueden orientarte sobre las necesidades de tu público meta.
Te recomendamos hacer un buen estudio de cuáles son los medios o publicaciones de referencia en la industria en la que te desenvuelves y estar ligado -si se puede, suscrito- constantemente a los mismos.
¿Cuál ha sido tu experiencia previa en analizar a tu competencia? Recuerda que no se trata de copiar y competir, sino de emular las mejores prácticas y agregarles tu propio valor distintivo para hacerte más fuerte.
