Ésta te puede parecer una historia patrocinada, pero no lo es en lo más mínimo; lo que quiero compartirte en las siguientes líneas es cómo dos herramientas con las que se trabajan día a día en Mittum y toda su familia empresarial me salvaron de un fracaso seguro en mis días de luna de miel.
Verás, tengo que contarte que yo me casé muy feliz y seguro con mi ahora esposa, tuvimos una boda muy bella con muchos invitados y el apoyo total de nuestras familias. Todo esto en la ciudad de Chihuahua, al norte de México.
Hasta la noche posterior a la boda y previa a la ‘salida’ de nuestro viaje de luna de miel, todo había salido muy bien: yo me disponía a imprimir los pases de abordar para nuestro vuelo hacia Cancún, en la zona de la Riviera Maya en México, y tiempo después me daría la tarea de ver los últimos detalles de la reservación con el hotel. Todo esto lo habíamos hecho a través de una agencia de servicios turísticos, o al menos eso era lo que creíamos.
A la hora de revisar detalles a profundidad, di cuenta de que no teníamos ni vuelo ni hotel, y que todos los ‘documentos comprobatorios’ brindados con anterioridad a mi esposa habían sido alterados por quien fuese nuestro ‘agente de ventas’. Resultaría ser que este tipo ya no trabajaba más para dicha agencia y nos había estafado, ya nosotros habiendo desembolsado una gran cantidad de dinero (tiempo después descubriríamos que no fuimos los únicos).
Al dar cuenta de ello, entre angustias, molestias y llantos de desilusión, la situación se puso muy tensa entre ambos, y entre nuestra familia que no daba pie a entender como es que esto había sucedido, sobre todo a sabiendas de que esta ‘agencia’ ya había armado un viaje para mis suegros anteriormente sin problema alguno (no en una luna de miel, sino otro tipo de viaje).
Acudiendo al eCommerce para salvar la luna de miel
La situación demandaba dar vuelta a la hoja y saber qué hacer, pues mis días de descanso eran limitados y, más allá del destino, había que encontrar una opción que realmente nos ayudase a pasar el trago amargo de la estafa.
Con calma y un poco de tiempo, mi esposa y yo fuimos abordando el tema; decidí que mi mejor opción era aprovechar el tiempo que teníamos para la luna de miel, y acudí al tipo de consumo con el que realmente me siento cómodo y seguro: el comercio electrónico.
A la mañana siguiente, decidí navegar temprano en la app de Groupon y para mi buena suerte encontré un muy buen paquete de un hotel all-inclusive (todo incluido) en Cancún. Después de checar la disponibilidad de vuelos, apoyado esto último por una agencia de turismo de reuniones con la que colaboro en México, decidí dar el clic final en “Comprar”.
Habiendo reunido todas las piezas, al día siguiente partimos hacía Cancún y después de un viaje un tanto largo, llegamos a nuestro hotel para pasar nuestra luna de miel. Sin embargo, ahí no terminaba la cadena de gratos descubrimientos electrónicos.
Newsletters en el mercado del amor
Al día siguiente, ya en Cancún, a mi móvil llegó una newsletter con ofertas geo-localizadas dentro de la zona, en la que una de ellas anunciaba la renta de automóviles a un precio espectacular por una de las agencias regionales de renta de coches.
El paquete de hospedaje que habíamos adquirido nos cubría hasta una noche antes de nuestro vuelo de regreso, por lo que después de la charla en cama decidimos aventurarnos a aprovechar esa oferta y salirnos a explorar la Riviera Maya.
Esa decisión de compra online, aunada a la comunicación ejercida vía newsletter por Groupon, nos dio la oportunidad de recorrer en las cuatro ruedas de ‘nuestro Hyundai’ desde la zona hotelera de Cancún hasta las ruinas de Tulum, pasando por el paradisiaco destino de Playa del Carmen, y todo a un costo mínimo.
De ahí, todo fue aún más grandioso, entre las ruinas mayas, las calles bohemias de Quintana Roo en México y una sesión de snorkel en el Caribe Mexicano.
Una reflexión para concluir mi luna de miel
Al escribir estas letras, me encuentro agradecido por estar en una era en donde las industrias, las empresas y los consumidores están dando un voto a favor al giro que el eCommerce y la comunicación vía email han dado a nuestras vidas. Aún más agradecido y afortunado me siento de ser profesional de esta industria.
Y es que quizás, en otro tiempo y otro contexto, yo no hubiese podido sacar avante la situación adversa de mi luna de miel. ¿Sabes? Más que el dinero, son los momentos y las oportunidades las que son invaluables (cómo tu luna de miel), y ahí no importa muchas veces la cantidad a desembolsar, sino la creatividad, la astucia y las herramientas para sacar una situación adversa adelante.
Si estás leyendo esto, espero jamás caigas en una situación como en la que a mi me tocó vivir (a nadie le gusta que lo estafen); sin embargo, si te llega a suceder (o ya de entrada, si quieres anticiparte) recuerda que hoy tienes de aliado a grandes plataformas digitales, las cuales muchas veces suponen una mejor opción que los viejos, oxidados y hasta un tanto inseguros modelos tradicionales de comercio.