¿Ya estás a punto de cerrar la venta, pero te está costando darle seguimiento a la oportunidad generada? La verdad es algo bastante normal, y tiene mucho que ver en cómo tengas estructurado tu flujo de correos de seguimiento, así como su contenido.
Definiendo a los correos de seguimiento
Los correos de seguimiento no son otra cosa que aquellos mensajes enviados para (redundantemente) darle seguimiento y flujo a un determinado asunto, aunque los comprendemos normalmente dentro del rubro de las ventas.
Sin embargo, no todo recae en ese contexto. Para muchos, los correos de seguimiento son parte integral del proceso y experiencia del usuario desde que tiene contacto con nuestra marca en una página web o landing.
Con una herramienta de automatización, podemos establecer flujos email que vayan enviando distintos tipos de correos de seguimiento según las acciones de los usuarios (por ejemplo, el que se envíe un correo de «Bienvenida» cuando éste se suscribe a nuestro sitio).
[tweetthis]Automatizar tus #emails de seguimiento te puede ayudar a cerrar ventas[/tweetthis]
Si volvemos al contexto de las ventas, los flujos de correos de seguimiento también son muy importantes. Cómo lo mencionamos al inicio del artículo, tal vez cueste darle seguimiento al 100% a una oportunidad de venta cuando hay varias corriendo al mismo tiempo dentro de tu bandeja, pero es diferente si automatizas las funciones para que, si no se ha cerrado la venta, tu mismo sistema de envíos haga lo propio (recordándole así al usuario si sigue interesado o interesada, si hay algo más en lo que se le pueda apoyar, entre otros fines).
Objetivo, interesante y único
Sea cual sea la tipología de los emails de seguimiento que quieras enviar, lo primero que debes identificar es el objetivo de tu mensaje, para así asegurarnos de que sea claro para tus usuarios el «qué» es lo que buscas lograr al escribirles.
[tweetthis]Definir el objetivo de tus #emails de seguimiento debe ser el primer paso[/tweetthis]
En este punto, en Mittum te vamos a recomendar precisamente 2 cosas:
- Primero, que el contenido de tus emails de seguimiento sea interesante. Desde el elegir un tono adecuado a tu audiencia, hasta organizar el mismo contenido de manera que sea fácil para los receptores el leer e interactuar con tu marca.
- Segundo, y no menos importante, tu correo debe ser «único». Por más fantasioso que esto pueda sonar, se trata de proveer a tus receptores con contenido que no haya sido cubierto por otros (tus competidores); es decir, si estás sobre un proceso de ventas, trata de cubrir nuevos ángulos de un mismo tópico (en Mittum, por ejemplo, hacemos hincapié en la importancia de la entregabilidad email, a pesar de que sabemos que tenemos bastante competencia).
Los correos de seguimiento deben ser bastante fáciles de llevar, con un lenguaje dinámico y, sobre todo, totalmente conversacionales, sin que parezcan un robot que está siendo forzado a escribir y cerrar una venta o cualesquier otro asunto.
¡Cuéntanos cómo te va con esto! Si necesitas ayuda, sólo acude con nosotros.
Imagen: ShutterStock