Velo de esta manera: a través de tus newsletters, estás guiando a tus suscriptores a la cima, o al abismo, y tu marca es líder en la cordada.
Newsletters programadas o en secuencia, un proceso educativo
Aunque es un tanto metafórico, este proceso es auténtico y genuino: las newsletters programadas (es decir, en secuencia unas con otras a partir de determinadas acciones de los usuarios) son elementos indispensables en la educación de tus suscriptores.
Cabe mencionar que con «educar» me refiero a ir adoctrinando, propiamente dicho, al usuario (ahora suscriptor) sobre los productos y/o servicios de tu marca.
En una era en donde la automatización del email marketing está en boca de todos y en las prioridades presupuestales de diversas marcas, las newsletters programadas en secuencia deberían de estar en tu agenda de implementaciones desde el día de hoy.
Con un correcto diseño e implementación, éstas tienen la capacidad de no sólo ir enganchando al suscriptor contigo hasta que se conviertan en potenciales consumidores, sino también de ir mejorando la reputación de tu lista de envíos.
Trazando la ruta
Si ya te convenciste de que las newsletters programadas en secuencia son una gran herramienta para tu marca, por aquí te dejo 3 claves al diseñarlas e implementarlas para que sean un rotundo éxito.
El primer punto es tener en cuenta la línea o el tema sobre el cual quieres educar a tus suscriptores. No siempre se trata de hablar sobre tus productos o servicios directamente, sino sobre el valor añadido o beneficios a partir de estos.
Por ejemplo, si trabajas en una agencia automotriz, sabrás que los procesos de decisión de una persona alrededor de la adquisición de un coche son normalmente largos; pueden pasar semanas o meses para que el usuario se decida aunque sea para una prueba de manejo, por lo que ese intervalo de tiempo se vuelve perfecto para ir activando newsletters programadas sobre las funciones de un determinado coche o el ahorro en combustible, entre otras prestaciones.
Después, y aunado al primer punto, debes de considerar la periodicidad entre los envíos. Es decir, basándote en el tiempo promedio en el que el usuario puede tomar una decisión de compra deberás de programar los envíos y el intervalo entre uno y otro.
Basándonos en el mismo ejemplo automotriz, si el tiempo promedio es alrededor de 3 meses, pudieras programar una newsletter una semana después de agregado el usuario a la base de datos, luego una newsletter 2 semanas después de abierto el primer correo, y así consecutivamente hasta alcanzar 3 meses calendario a partir de la suscripción.
Por último, considera que el proceso por si mismo puede estar sujeto a modificaciones. Si no estás viendo resultados favorables, siempre es válido modificar las newsletters programadas previamente e insertar nuevas versiones para así comprobar si se ha mejorado en respuesta de los usuarios o no.
[tweetthis]Elabora un flujo de #newsletters programadas para la educación de tus suscriptores[/tweetthis]
¿Cuál es tu experiencia con este proceso en la era de la automatización? Estoy encantado de escucharte. Por cierto, si te animas a probar Mittum puedes dar clic en este enlace. ¡Saludos!
