Ya te hemos compartido lo importancia de las métricas dentro del marketing, ya sea en el email marketing, en las redes sociales o cualquier otro esfuerzo de marketing digital.
Dentro de este mismo ambiente de números y estrategia, una característica de la profesión de los “hombres de mercadotecnia” y de la misma naturaleza humana es la constante de estar comparando resultados y actividades para poder obtener mejores respuestas a nuestros esfuerzos y tomar una mejor decisión en el futuro.
Esta actividad tiene un término propio en el marketing, y es conocida como “A/B Testing” o «marketing A/B» (literalmente traducido a “Pruebas A/B”). Se trata de la estrategia y actividad de comparar el éxito de 2 campañas de marketing similares pero con ciertos detalles que las hacen un tanto diferentes.
Tal es es el caso de, por poner un ejemplo, en una campaña de email jugar con distintas frases en el título o encabezados, acomodar distintas imágenes como principales dentro del cuerpo del correo, o utilizar un color distinto de botón de acción para cada campaña.
Realizar este tipo de pruebas en tus campañas de manera recurrente es bastante importante, pues puedes estar cayendo en realizar tus campañas bajo un mismo estilo continuamente, sin darte cuenta de que, quizás con algunas modificaciones breves, puedes obtener mejores resultados.
Para poder hacer campañas A/B efectivas, te compartimos una breve guía que te permitirá poner en claro “qué” es lo que quieres probar:
- Hazte la pregunta: Por ejemplo, “¿Porque el porcentaje de rebote en mi página es más alto que el de mis competidores?”
- Investiga: Empieza por entender el comportamiento de tus visitantes usando herramientas como Google Analytics en tu sitio.
- Construye una hipótesis: Por ejemplo, “Si agrego mas links en el pie de página, esto reducirá el porcentaje de rebote”
- Calcula el número de visitas / días en los que vas a hacer la prueba A/B: Siempre calcula el número de visitantes requeridos (algo así como tu grupo muestra) antes de comenzar la prueba.
- Comienza y prueba tu hipótesis: Diseña tu campaña -por ejemplo de email- y establece los factores que van a hacer diferente a la “prueba A” de la “prueba B”; una vez listos, ¡Comienza!
- Analiza los datos y haz conclusiones: En base a los elementos que variaron de “A” a “B”, comienza a hacer conclusiones y extracción de datos para saber cuáles fueron los resultados generales (si haz fallado, siempre es permitido comenzar de nuevo)
- Reporta los resultados: Seguro existen quienes quieren saber cómo sucedió todo, desde tecnologías y marketing hasta dirección.
Como puedes ver, comparar es algo que siempre te llevará a la mejora continua. ¿Cuál ha sido tu experiencia con este tipo de pruebas?