Tal vez, y digo sólo tal vez, el concepto del mapeo de procesos te resulte un poco extraño al leerse dentro de un blog como el de Mittum, en donde hablamos normalmente de email marketing y herramientas social media en ocasiones.
La importancia de contar con un rumbo definido
Sin embargo, debes de saber que hoy el marketing inteligente se respalda más en procesos, datos y flujos de trabajo, sin dejar de lado que el componente creativo (en todos sus matices y extensiones) es el que logra hacer la diferencia.
Lo que te quiero compartir hoy, es lo que me ha tocado ver omitido en varias ocasiones por agencias y marcas, considerando que todo lo que se relacione con un mapeo de procesos es normalmente etiquetado o relacionado con industrias «duras», como la de transformación de materiales (sólo por poner un ejemplo).
En sí, el mapeo de un proceso no es otra cosa que determinar cuál es el flujo de trabajo alrededor de una determinada tarea; normalmente, el mapeo se emplea para encontrar como es que dicha tarea determinada se desarrolla, para encontrar huecos que puedan estar dando pie a un proceso incompleto o, en su defecto, hacer un proceso general más esbelto para optimizar la productividad.
[tweetthis]El mapeo de procesos ayuda a encontrar formas de mejorar el flujo de trabajo en una empresa[/tweetthis]
Pues bien, el marketing no es ajeno a esto último. Si consideramos que al final estamos teniendo un producto mediático, como una newsletter o una campaña en Facebook, resultaría igual de importante hacer un mapeo de procesos de marketing para poder saber si hay alguna falla dentro de la gestión o el proceso por sí mismo se puede mejorar y hacer más eficiente.
¿Para qué un mapeo de procesos de marketing?
Esto último yo lo respaldo, particularmente, en 3 razones que he podido observar tanto desde mi colaboración en Mittum como en mi carrera profesional.
La primera y más importante es que un esfuerzo sin planeación es un esfuerzo que no sabe realmente a donde va a parar. Si dentro del mapeo de procesos de marketing puedes encontrar que estás destinando «N» número de personas y/o horas hombre a determinada tarea (por ejemplo, la gestión de tu newsletter) y que a través de una reingenieria y la introducción de herramientas potentes puedes reducir u optimizar el proceso, creo que la conclusión termina siendo bastante obvia.
En segunda, si se cuenta con un proceso de por medio y los resultados que se generan a partir de acciones de marketing no son del todo satisfactorias, siempre podrás optar por una filosofía de mejora continua y encontrar en donde está la falla, de modo que no tienes que iniciar todo desde cero, sino simplemente ajustar algunas acciones o esfuerzos.
Lo tercero, y creo en sí trascendental, es que el mapeo de procesos de marketing (y de muchos otros rubros de la organización) permite que la transferencia del conocimiento sea más sencilla. El equipo (humano) puede llegar a cambiar de elementos en determinados plazos de tiempo, pero si cuentas con procesos definidos tú podrás estar seguro(a) de que el conocimiento se queda en casa, haciendo así las curvas de aprendizaje más sencillas y el ratio de error de los nuevos elementos en el equipo mucho más bajo.
[tweetthis]Hacer un mapeo de procesos de #marketing te puede ayudar a optimizar los esfuerzos de tu marca[/tweetthis]
Dicho lo anterior, no veas el mapeo de procesos de marketing como algo ajeno a tu empresa; es más importante de lo que parece… ¿O tú qué opinas?
Imagen: Pixabay
