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Desmontando los mitos del Email Marketing: ¡desbáncalos ya!

mitos de Email Marketing

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Si hay una cosa que tenemos clara es que, en el mundo digital, una de las herramientas que más dura y perdura es -sin duda- el Email Marketing: una técnica eficaz y eficiente, que cumple a la perfección con las exigencias y necesidades de las empresas. Por tanto, entendemos el por qué de que, aún a día de hoy, todavía siga utilizándose tanto o más que en el primer día.

No obstante, como era de esperar (y como sucede en cualquier situación y/o disciplina), todo aquello que tiene éxito, también genera mitos que, erróneamente, mucha gente considera como verdaderos y que, sin duda, pueden generar malentendidos.

Grandes mitos del Email Marketing

Los mitos son, ciertamente, falsas afirmaciones propagadas en el sector, que pueden generar que alguno que otro caiga, equívocamente, en el entendimiento de algún argumento como verdadero. No obstante, y, aunque fácilmente podrías decirnos que quién somos nosotros para desmentir algo que lleva años escuchándose «por ahí«, debemos decirte que -como expertos en la materia- va en contra de nuestros principios el mentir en algo como esto. Y, ¡espera!, porque, por si fuera poco, todos los mitos que vamos a desmentir aquí y ahora seguramente sean frases que ya has oído por ahí.

Para desmentir este mito, solamente nos hará falta hacer referencia a dos citas extraídas de estudios recientemente realizados: la primera dice que, según Forbes, el Email Marketing es uno de los métodos favoritos de comunicación entre la Generación Millennial. La segunda, y de acuerdo a Oberlo, cada dólar invertido en Email Marketing genera un retorno de 32… ¿Algo más que decir? 😉

El Email Marketing es uno de los métodos favoritos de comunicación entre la Generación Millennial.

Forbes

Y… nosotros nos preguntamos: si así fuera, ¿por qué recibimos newsletters y boletines informativos a diferentes y diversas horas del día? Si, efectivamente, como dice esta afirmación, hubiese un momento mágico para realizar el envío de correos electrónicos, ¿no sería la hora clave en donde nuestra bandeja de entrada se llenase de cientos y cientos de correos? O, mejor aún: ¿no lo sabrían los expertos en la materia y/o aquellos que trabajamos en herramientas de envíos de correos masivos, como Mittum?

A ver, a ver… no vayamos a liarnos con esto. Sí que es cierto que en muchas ocasiones te hemos dicho que es mucho más recomendable ir directo y al grano con tu mensaje, pero el hecho de enviar una línea de asunto larga no quiere decir, directamente, que la campaña vaya a ser un fracaso. Es más, la mayoría de las ocasiones en las que hacemos mención a este punto nos referimos, sobre todo, a una cuestión de visibilidad en la bandeja de entrada en función del dispositivo. Como con todo: hay excepciones. Si tu frase es larga pero intrigante, tal vez sea más recomendable que lances tu campaña con ese asunto antes que con uno reducido y sumamente genérico.

En general, esta cuestión -como todas- puede variar en función de muchos factores: evidentemente, cuando un usuario deja de consumir los servicios de nuestra marca, es posible que se dé de baja (incluso, muchas veces no es ni siquiera por una cuestión directamente con la marca o con los contenidos, sino porque éste ha dejado de ser target directo de la misma. Por ejemplo: en el caso de una madre primeriza que se da de baja en una newsletter de productos de lactancia), y no pasaría nada, ya que está dentro del proceso natural de un usuario. Sin embargo, si sucede en grandes cantidades y/o de manera sumamente repetida, entonces sí deberíamos pararnos a plantearnos a qué se puede deber.

Bien, para desmontar este mito lo más conveniente es poner un ejemplo que, de manera clara y sencilla, evidencie la situación. Imaginemonos que hemos creado un email sumamente potente -en cuanto a contenido y diseño- del que estás al 100% seguro de que dará unos resultados óptimos en tu ROI. Sin embargo, algo sale mal, y cuando analizas tus métricas, te das cuenta de que solamente has logrado un 20% de tasa de apertura. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que el 80% de tus usuarios ni siquiera han clicado en tu mensaje… ¡ni siquiera lo han abierto! Por esta razón (y no por otra) se han perdido tu contenido y diseño tan espectacular. Pero, sin embargo, estás seguro de que -de haber hecho clic- seguramente hubieran efectuado la compra. Entonces… ¿por qué no puedes enviar de nuevo ese mensaje, a ese 80% de usuarios que no han clicado? Mándaselo de nuevo, con una línea de asunto diferente y… prueba suerte.