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Hablamos de la diferencia entre «rebote duro» y «rebote blando» en Email Marketing

Rebote duro y rebote blando

Bounce Rate words on a thermometer or gauge measuring the rate of abandonment as visitors or audience leaves your website or online page or resource

Todos tenemos ya más que claro qué es el Email Marketing y en qué consiste. Efectivamente, y como estás pensando, la herramienta de Email Marketing se trata de una técnica comercial de contacto directo con los usuarios de una marca que, además de ser de las más económicas hoy en día, también es la que mayor retorno de inversión genera (ROI) en comparación a otras. Y todo ello a pesar de los múltiples intentos que han existido en la sociedad por descatalogarla como una herramienta exitosa.

Ahora bien, independientemente de que sepamos qué es el Email Marketing y cómo funciona, también es cierto que existen muchos más términos y métricas relacionados con ella que cualquier experto en Email Marketing debe tener más que claro si lo que busca es el éxito exponencial en sus campañas de comunicación. Si esto no se da de la manera que estamos comentando, todos podemos tener claro que la campaña no funcionará cómo debería, y no por otra cosa más que la de no saber interpretar o leer las métricas y resultados derivados de ella.

Pero, ¡tranquilo! Porque para eso estamos nosotros: para, día tras día, compartir contigo artículos como este, que, entre otras cosas, te ayuden a estar más informado de aquellos términos que necesitas tener controlados, y de qué manera.

Hoy, veremos dos más: el rebote duro y el rebote blando. Pero, como no podía ser de otra manera, antes de empezar a hablar de cada uno de ellos, vamos a explicarte qué entendemos exactamente cuando hablamos de rebote. Bien, pues, podemos decir que un ‘rebote’ significa que un correo electrónico que ha sido enviado a un usuario no ha sido entregado de manera exitosa. Hay bastantes escenarios diferentes que pueden explicar el porqué de esto, y podemos dividirlos -como decíamos líneas arriba- en dos grandes categorías.

¿A qué llamamos «rebote duro»?

En pocas palabras, podemos decir que el «rebote duro» (o «hard bounce«, en inglés) se define como un fallo permanente en la entrega de un determinado correo electrónico. Normalmente, esto ocurre cuando la cuenta de dirección es inválida o ha dejado de estar operativamente activa. También es cierto que, en algunas ocasiones, se debe simplemente a fallos a la hora de que el usuario introduzca su dirección de email en el formulario de registro, en donde -por ejemplo- puede confundir un «hotmail» con «hotnail». Se trate del motivo que se trate, lo cierto es que son cuentas de correo que no van a aportar beneficio positivo a la empresa, ya que, a pesar de los múltiples intentos que haga esta por contactar con su usuario, nunca lo va a conseguir al no estar naturalmente llegando a «nada».

¿Qué puede ocasiones estar tipo de rebote?

Existen múltiples factores que pueden ocasiones un incremento en la tasa de rebote duro. Algunas de ellas son:

¿A qué llamamos «rebote blando»?

El «rebote blando», también conocido como «rebote suave» (o «soft bounce«, en inglés), se define como una serie de fallos generados de manera temporal en la cuenta de entrega del correo electrónico de los usuarios. Este tipo de rebote es, evidentemente, menos grave que la anterior, ya que el correo sí es identificado como real (es decir, sí que existe un usuario vinculado a la cuenta de correo electrónico que se ha dado de alta a través del formulario de registro de nuestro site), pero, por una serie de motivos, rebota antes de llegar a la bandeja de entrada de la persona en cuestión.

¿Qué puede ocasiones estar tipo de rebote?

Normalmente, las causas más típicas que generar este tipo de rebote son:

Cómo dar solución a ambas problemáticas

Sin duda alguna, para dar solución a ambas dos problemáticas, la respuesta es ¡estar constantemente actualizando e higienizando la base de datos de clientes! Sabemos que te lo hemos dicho muchas veces, pero -una vez más- queda latente su importancia.

Para descubrir cómo y cuál es la mejor manera de asear tus bases de datos, de manera práctica, rápida y eficiente, haz clic aquí y lee nuestro artículo.

No obstante, a grosso modo, podemos decirte que las prácticas más recomendables que pueden (y deben) aplicarse en este sentido, son las siguientes: