Una vez tengas clara la estrategia de Email Marketing que vas a desarrollar en tu empresa, es hora de dedicar tiempo y esfuerzos a pensar en dos aspectos sumamente importantes, que condicionan profundamente el éxito de una campaña: el diseño y el texto de tu email.
Hoy, nos centraremos en el primero de esos factores: el texto o copy de tu mensaje.
El copy de Email Marketing
¿Qué es y cómo se define un correcto copy de Email Marketing?
Cuando hacemos referencia a qué es un copy dentro del sector publicitario, estamos haciendo mención a, nada más y nada menos, que a los textos creativos en sí mismos que se utilizan en la estrategia en cuestión; en este caso, en vinculando a Email Marketing.
Sin duda, se trata de un texto que puede manifestarse de muchas maneras, ya sea como guion o locución de un vídeo, como claim, como storytelling (en caso de branded content), o simplemente como discurso explicativo de un producto o servicio. Pero, sin duda, a pesar de las diferentes extensiones y focos de cada uno, hay un elemento que -sea cual sea el recurso gráfico donde se va a plasmar- tienen en común todos ellos: pretenden contar aquello que la marca quiere comunicar a su audiencia, girando (siempre) en torno a la consecución de un objetivo final de marca.
¿Qué debe estar presente en el copy de un Emailing para asegurar su éxito?
En cualquier caso, si hay algo que tenemos claro es que redactar copies efectivos en Email Marketing es algo más que simplemente juntar palabras. Para sobresalir frente al sinfín de mensajes publicitarios compartidos vía emailing, es necesario escribir de manera diferentes, demostrando personalidad propia de marca, huyendo de palabras vacías, y, sobre todo y como más importante, ofreciéndole un motivo a tu audiencia para dedicarte a ti, particularmente, su valioso tiempo.
De esta manera, podemos diferenciar nuestros copies en dos grandes grupos, dentro de Email Marketing: la línea de asunto y el cuerpo del mensaje.
No obstante, antes de comenzar a escribir una sola palabra, existen una serie de cuestiones a las que debemos dedicar tiempo y reflexión. Coge papel y lápiz, y anótate la respuesta a todas y cada una de ellas, para tener claro tu foco antes de comenzar a escribir:
1.- ¿Quién es mi destinatario?
¿A quién me dirijo? ¿Con quién estoy hablando?
Es necesario que esto lo tengamos más claro que cualquier otra cosa, porque en función de una u otra respuesta, el texto que empleemos en nuestro mensaje debe ir orientado hacia un punto o hacia otro. Además, ten en cuenta que tu destinatario debe ser entendido como un usuario único, al que te diriges de manera directa y personal. Nunca trates de generar un contenido donde te dirijas a toda tu base de datos por igual; porque, en ese caso, tratarás de llegar a todos y, en realidad, no estarás llegando a ninguno.
2.- ¿Qué le voy a ofrecer?
¿Qué problema voy a poner de manifiesto en mi contenido? ¿Qué solución voy, instantáneamente, a ofrecerle?
Deberás generar unos copies de email que, en 3 ó 4 párrafos logren definir, por sí solos, qué ofreces a tu usuario, porqué le debe interesar tu oferta y qué te diferencia a ti, como marca, del resto de la competencia.
3.- ¿Qué acción es la que más me interesa que realice mi destinatario?
¿Cuál es el objetivo que persigo con mi email? ¿Generar ventas? ¿Captar leads? ¿Fomentar una suscripción a un servicio?
Una vez que tengamos claro qué es lo que buscamos que haga el usuario tras abrir nuestro mensaje, podremos utilizar todas nuestras fortalezas para guiarle a la acción. Porque, te diremos algo: muchas veces, los mensajes que enviamos a nuestras bases de datos no muestran al usuario el camino a seguir, y eso lo único que genera es que este se sienta desorientado, y no sepa cómo actuar.
Una vez dada respuesta a las tres preguntas anteriores, ya podemos elaborar una estrategia propia que nos haga saber hacia dónde debe ir nuestro discurso, y, así, será más sencillo lograr dicho propósito.
Las recomendaciones que, desde Mittum, te damos una vez que te propongas comenzar a escribir el cuerpo de tu email (y, ¡claro! tu línea de asunto) son las siguientes:
- La línea de asunto es el enganche que hará que el destinatario decida si hacer clic o no en tu mensaje. Por lo que piensa muy bien cuáles son las (pocas) palabras que vas a destinar a esta línea, y utilízalas con inteligencia.
- Estructura tu mensaje de la manera más adecuada posible: lo ideal es que no sea excesivamente largo, a ser posible únicamente contando con dos o tres párrafos. Utiliza destacados, subtítulos, apartados… de manera que el usuario entienda, a golpe de vista, la estructura que sigue.
- Debes alinear perfectamente el contenido de tu mensaje con la línea de asunto que has, previamente, utilizado. Uno de los consejos más útiles que podemos darte es que nunca, pero nunca, utilices una línea de asunto que después no tenga nada que ver con el mensaje que estás transmitiendo. Solo lograrás generar desconfianza por parte del usuario y, en última instancia, una baja voluntaria de tu newsletter.
- Trata de generar un sentido de urgencia, utilizando plazos limitados que obliguen al usuario a actuar rápidamente, sin perder el tiempo.
- Busca que sea, siempre, un contenido divertido, entretenido y alejado de palabras tóxicas. ¡Eso sí! Será divertido siempre y cuando el tono de tu marca así lo permita. Sé coherente con eso.
En resumen, un copy efectivo solo se puede definir de una sola manera: la que hace que el usuario no pueda parar de leer el mensaje hasta el final.